Conversación con Xavi Roldán

XAVI ROLDÁN: <<Porque, no lo olvidemos, la nostalgia como valor es algo volátil>>


Hablamos con Xavi Roldán, guionista, crítico cultural y creador/jefe del equipo de guionistas Mad Marx para que nos explique desde su punto de vista las tendencias de este revival. Xavi con una perspectiva más creativa y un dialecto muy elocuente nos convence de su posición sobre esta tendencia y nos hace cambiar la perspectiva del por qué de nuestras dudas, y ya no centrarnos tanto en el creador si no en el espectador.



Logo de Mad Marx. Fuente: http://www.madmarxguionistas.com/

Desde su punto de vista… ¿Cuál cree que es la razón por la que ha vuelto la esencia de los años 80? ¿Nostalgia? ¿Estética?

Una probable combinación de ambas. Estructurar tendencias estéticas pretéritas en grupos de diez años es una manera cómoda de ordenar nuestro pasado por bloques, y la experiencia nos dice que la recuperación de ciertos estilos e iconografías que marcaron épocas es un hecho. Si damos por buena esa regla no escrita en virtud de la cual las modas renacen cada treinta años y lo unimos al hecho de que muchas de las creadoras y creadores actuales se formaron como consumidores del audiovisual durante la década de los 80 solo hay que sumar dos más dos.


¿Influye que actualmente muchos de los productores, guionistas, directores, etc. hayan tenido su infancia en los años 80?



Por ahí iba mi anterior respuesta. Pero no solo se reduce a ese lado de la producción. Los que están en el otro, los consumidores, también se formaron, en muchos casos, en esa misma época. Son gente teóricamente madura e independiente, viejóvenes en perpetua búsqueda de su identidad generacional y con un cierto nivel adquisitivo. Los que somos padres de entre 30 y 40 años estamos siendo víctimas de nuestra propia nostalgia, trasladando nuestras filias cinéfilas a nuestras hijas e hijos, que en muchos casos se limitan a seguirnos la corriente, y así harán hasta que tengan el suficiente criterio como para elegir los productos culturales que les representen a ellxs. El resultado de este ejercicio de conserva en formol de ciertos códigos estéticos, que puede estar entre el nacimiento de una nueva cinefilia o una generación que nos desprecia por haber sido incurables peterpanes empeñados en eternizar valores temáticos y de producción cuasicaducos, lo veremos en unos pocos años. Porque, no lo olvidemos, la nostalgia como valor es algo volátil. A través de nuestros hábitos de consumo (de la pantalla de cine hemos pasado a la televisión, y de ahí al ordenador y finalmente al móvil) hemos cambiado nuestra relación con el pasado y la Historia de la narrativa audiovisual, virando de la tradicional cinefilia hacia la nostalgia: cada generación ha sentido la necesidad de entender su pasado como algo que la caracteriza y hemos hecho mutar el cine hacia un objeto no sólo artístico sino también material y de coleccionismo. Por lo menos hasta la paulatina desaparición del formato físico: ahora coleccionamos incluso experiencias. La existencia de iniciativas como Phenomena, en Barcelona o Madrid, responden a una mezcla de todo ello: la cinefilia, la nostalgia y la voluntad de “haber estado ahí”, “haberla visto en pantalla grande” y “publicarlo en el Instagram”.


¿Es esta década la única que ha sufrido este tipo de “revival”? ¿Han existido otros revival de otras épocas?

La pregunta que debemos hacernos es si, en una época donde los productos de consumo se expresan con mayor velocidad que nunca, sucediéndose unos a otros y casi invalidando automáticamente lo inmediatamente anterior, el ritmo de reivindicación de una década en concreto seguirá siendo igual de lento de como lo ha sido los últimos años. En otras palabras, si ahora estamos empezando a sufrir fatiga de los 80 para reivindicar los 90, probablemente no tendremos que esperar otros diez años para ver cómo la gente echa de menos los dosmiles. Mi predicción infundada y cuñadil es que en breve terminarán revindicándose todas las décadas al mismo tiempo, en un hummus cultural polimórfico. A saber.

¿Cree que esta tendencia a los 80s se puede encontrar solo en material audiovisual? ¿O también en otros aspectos de la vida cotidiana actual?

Supongo que con “aspectos de la vida cotidiana” podemos referirnos a la moda. Soy cualquier cosa menos un experto en ese tema, a pesar de que tengo ojos y puedo ver cómo la serie 'Friends' (vuelven los 90) ha terminado convertida en un logo impreso en camisetas de Mango o Zara en una estrategia de 'fast fashion' destinada a jóvenes que probablemente ni siquiera habían nacido cuando la serie terminó su emisión -lo cuál me hace sentir terriblemente viejo, por cierto. Si por otro lado hablamos de “otros aspectos” de la cultura y el entretenimiento, sí, la reivindicación de los 80 se dio en todos los frentes, no sólo el del cine y las series. También fue lugar estético común en la música pop (Grimes, Haim), los cómics (Conxita Herrero, Ana Galvañ), la literatura (Kiko Amat, Miqui Otero) o los videojuegos (cualquier título indie con estética pixel art).

¿Cree que es una moda pasajera, o que se seguirán produciendo series ubicadas en esta década durante mucho más tiempo?

De nuevo, la respuesta puede deducirse de mis anteriores. Siento adelantarme todo el rato. Así que no, no creo que la reivindicación de los 80 se alargue mucho más en el tiempo. Llegan los 90. Supongo que volverán el grunge y las camisas de franela. De momento ya ha vuelto Twin Peaks. O qué sé yo. Puestos a reformular preguntas: ¿una vez superada la recuperación de la moda de los 80, se va a perder para siempre? ¿O se repetirá el ciclo dentro de varias décadas? ¿Intentarán reproducir la moda de 1980 en 2080? Quizá es una estupidez siquiera preguntárselo, pero no deja de ser gracioso imaginarse a esa gente intentando replicar torpe y felizmente una década que, no olvidemos, fue nefasta en muchos aspectos (estéticos, sociales y políticos, especialmente)

¿Qué caracteriza estas nuevas series ambientadas en los 80s?

Lo curioso es que ninguna de estas series pretende replicar el modelo televisivo de esa época. Está más cerca de (pongamos) Canción triste de Hill Street un producto como 'The Wire', tan desinteresado en el homenaje explícito, que cualquier serie abiertamente homenajística, que parecen más interesadas en copiar modelos no catódicos sino cinematográficos. Quizá la sitcom pura, la de multicámara, plató y público, sigue estando anclada en el modelo de los 80 (y 70), pero eso es por inmovilismo. Los productos más de tipo dramático que articulan el homenaje -con 'Strangers Things' a la obvia cabeza- lo hacen desde un ideal que se cimentó en el cine: el modelo Amblin por un lado y el terror más o menos de artesanal de Carpenter por otro. De ahí podemos, un poco, extraer sus estilemas comunes: tono fantastique, protagonistas infantiles o juveniles, estética marcadamente reminiscente de aquella en lo visual y sonoro, cosas así. Pero me da que tendré que contestar a esto en la siguiente pregunta…

¿Tienen todas algo en común, tanto a nivel audiovisual, como estilístico, de música, o narrativo?

Correcto. Bueno, es que para encontrar rasgos comunes deberíamos establecer una especie de categoría global cuyos elementos por separado son, me temo, algo dispares. Podemos tomar los rasgos generales que he apuntado más arriba como un intento para englobarlos, pero la verdad es que luego poco tienen que ver productos como 'Stranger Things', 'Wet Hot American Summer', 'Halt and Catch Fire' o 'Garth Marenghi’s Darkplace'. ¿Quizá una voluntad algo descreída de hacer de unas limitaciones técnicas propias de la época un elemento de distinción cultural redimensionado por el paso del tiempo? Un ejercicio un poco facilón e hipócrita, en mi opinión, especialmente si se articula con el snobismo condescendiente y paternalista con que a menudo se articula.

En el mundo audiovisual, ¿qué aporta esta tendencia de volver a la ambientación de los ochenta? ¿No es una vuelta a hacer un formato una y otra vez igual, sin innovar nada?

Depende del caso, claro. A título personal Stranger Things me parece un desastre. Desde un punto de vista estético es puro gimmick, un guiño constante divertido pero que termina despojado de sentido y relevancia. Debajo de todo ello sólo hay vacío en el mejor de los casos e inoperancia narrativa en el peor. En otros casos, sin embargo, el creador tiene cosas que aportar, ya sea desde la pura parodia irrelevante pero lúdica ('Garth Marenghi’s Darkplace', loquísima) o desde la reconstrucción más o menos fidedigna de una época que corre el peligro de caer en la mera idealización ('The Americans') 

¿Encuentra algo negativo en esta tendencia? ¿y positivo?

Cualquier tendencia estética es aceptable, no creo que a ninguna se la pueda achacar nada negativo per se… siempre que el receptor tenga las herramientas críticas a la hora de consumirla. Pongamos que no es así, que el espectador debe tomar una ficción como único modelo de aprendizaje, como fuente histórica y de conocimiento. En ese caso me parece irresponsable cualquier serie que refleje una época blanqueando sus puntos negativos o legitimando ciertas políticas rancias: si 'GLOW' es una serie muy estimable es por su apuesta feminista y multiétnica ubicada en una época y un contexto -la cultura del espectáculo de los USA en los 80- muy dados al falocentrismo y el racismo institucionalizado.

¿El “boom” de Stranger Things ha sido el inicio de esta tendencia?

No, ha sido el momento en que la cosa ha pasado a mayores. Eso fue en 2016. Pero a vista de pájaro deberíamos considerar 2011 como un año fundacional para la recuperación ochentera. En aquella temporada se estrenaron 'Drive', 'Super 8' y el remake de 'Noche de Miedo', cada una reverencial a los 80 a su buena manera. Recuerdo ese momento como uno de semiexcitación: obviamente no podía prever la sobresaturación a la que terminaríamos expuestos. Pero el paso del tiempo ha hecho su trabajo: al remake de Noche de miedo le siguieron otro puñado de títulos más o menos parecidos. Nicholas Winding Refn (director de 'Drive') no superó en calidad a su obra y ha terminado haciendo buenos productos pero un tanto ensimismados. Y a JJ Abrams va a costarle que la gente empiece a tomarle en serio como director con ideas tras su -por lo general eficiente- paso por franquicias como 'Misión Imposible', 'Star Trek' u, obviamente, 'Star Wars'. 

Si tuviese que quedarse con una, ¿qué serie actual representa mejor los 80?


Si nos ceñimos a la pura representación -y a pesar de quedarme geográficamente lejos- diría 'The Americans', brillante reflejo de la paranoia de la Guerra Fría y el reaganismo, y una deconstrucción poderosísima del mito de la familia americana. Si nos ceñimos a la calidad, bueno, por goleada The Americans, sí. Y 'Freaks and Geeks', que aun estar fuera de la tendencia actual (se produjo en 1999), refleja el mundo educativo de la época con sensibilidad y puntería emocional extremas.

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Freaks and Geeks (1999) Fuente:imbd

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